Orgullo Policial - Se desempeña como asesor en materia comunitaria en la Secretaría de Seguridad Tegucigalpa, 7 de febrero de 2024. En un recorrido de 24 años de servicio en la Policía Nacional, el Sub Comisionado de Policía en la honrosa condición de retiro Miguel Ponce Sorto, no sólo cumplió con su deber, sino que dejó una marca imborrable al impulsar la iniciativa de la Policía Comunitaria. Su vocación va más allá de la aplicación de la ley; es una demostración de sencillez, principios morales y religiosos. Durante su carrera, la que inició en el año 1990 cuando ingresó a la Academia Nacional de Policía (ANAPO), este humilde oficial destacó por su compañerismo y servicio al prójimo. Miguel Ponce, egresado de la XIV Promoción, dirigió varias Jefaturas Municipales, Departamentales y Direcciones de la Policía Nacional, donde siempre fue admirado y respetado por sus subalternos debido a que no solo lideraba desde la distancia, sino que se involucraba en el trabajo de calle. A pesar de los desafíos en el cumplimiento de su deber, este héroe modesto reconoce la deuda que tiene con la Policía. "Siempre mantengo mi amor a la institución, le debo mucho a la Policía Nacional y si volviera a nacer, volvería a ser policía". Manteniendo ese don de servicio que lo caracteriza, Ponce Sorto es uno de los primeros oficiales que impulsó el servicio comunitario, ya que comprendió la importancia de construir lazos sólidos con la ciudadanía. Desde su retiro en el 2018, no ha dejado de contribuir al bienestar de la sociedad, por lo que actualmente se desempeña como asesor en la Secretaría de Seguridad. Su experiencia le permite crear estrategias que promueven y fortalecen la confianza y la colaboración en el binomio Policía-Comunidad. En una sociedad donde la integridad a menudo se pone a prueba, este oficial de policía retirado sigue siendo un faro de esperanza. Su contribución a la seguridad y bienestar de la comunidad es un recordatorio de que la verdadera grandeza se encuentra en la dedicación desinteresada y en la influencia positiva que se deja en el camino. Su historia es un testimonio de que aún después del retiro, la misión de servir y proteger nunca termina.